miércoles, 15 de agosto de 2012

Alineación correcta del cuerpo durante las prácticas internas

En meditaciones vibratorias y técnicas de auto-purificación y limpieza así como en iniciaciones, tenemos que aplicar unos cierres específicos para controlar la energía. 

De este modo, no hay fugas ni excesos de energía. Cuando practicamos, podemos sentir al principio una sensación de mareo, cambios en la presión arterial, bajada o subida de la tensión. Son síntomas de que una gran cantidad de energía se está moviendo y lleva más oxígeno y sangre al cerebro. Por esto colocamos los cerrojos:
  • El primer cierre se sitúa en el cuello. Hundimos la barbilla hacia la garganta y estiramos la nuca sin forzar de modo que podamos tragar fácilmente.
  • El segundo cierre se sitúa en la zona abdominal baja, desde el ombligo a la pelvis, es la cremallera natural; imaginemos que para subir la cremallera de un pantalón encogemos esta zona. De esta forma no permitimos que el ombligo salga y se afloje, lo que dejaría escapar la energía y debilita los abdominales. 
  • El tercer cerrojo es el suelo pélvico o periné, la musculatura que controla los esfínteres anal y genital, manteniéndolos tonificados. 
El cuerpo alineado así está preparado para la práctica de las técnicas de purificación.





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