La sanación con Reiki ofrece un método para tener una vida serena en una sociedad llena de estrés. Llegar al grado máximo de relajación es determinante para la recuperación de las dolencias. Dependiendo de la práctica y del nivel de conciencia o nivel vibratorio en el que te encuentres, así será la intensidad de la sanación.
- Primero recibe Reiki tú mismo, luego comparte con los que te rodean.
- La habilidad para sanar empieza con la apertura del canal de Reiki realizada por un Maestro, y se mantiene abierto y limpio con la práctica.
- El nivel de conciencia determina la habilidad sanadora.
- La energía, cuya fuerza depende del nivel de conciencia del sanador, es recibida y transmitida (somos receptores y transmisores de energía).
- Es importante no usar NEN o intención energética; es decir no enviar pensamientos o deseos al paciente. Reiki es una energía armoniosa no hace falta añadir nada más. La eliminación, inyección y selección del nivel de energía debería ser automática. No trates de controlarlas.
- No es el dominio de las técnicas el objetivo principal, sino la resonancia con la energía Reiki.
- Deja todo en manos de Reiki. No te sientas ansioso, tanto el sanador como el paciente deberían relajarse.
- No hagas ningún diagnóstico, ni des ningún tratamiento médico. Nunca ofrezcas medicamentos.
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